lunes, 8 de abril de 2013

Hornazo de Salamanca (sin huevo)



Se dice que la tradición viene del Siglo XVI, durante el reinado de Felipe II. Durante la cuaresma para evitar las tentaciones se recogía a todas las prostitutas de la ciudad de Salamanca y un cura, llamado por ello “padre putas”, las cruzaba el río. Las recluían allí  durante ese periodo del año según una ordenanza de la época. Pasada la Semana Santa, el siguiente lunes, en el lunes de aguas, se las
devolvía a la ciudad cruzando de nuevo el río con barcas decoradas y adornadas con ramos y ramas de los árboles (el término de rameras viene de estos símbolos que desde finales de la edad media se utilizaban para indicar los puntos donde se ejercía la profesión más antigua del mundo) y con gran regocijo de la población masculina salamantina que las recibía con una gran fiesta en la que se degustaban hornazos, buen vino y se ofrecían bailes. Desde entonces las orillas del río Tormes son testigos de cómo los salmantinos siguen celebrándolo con esa delicia que es el hornazo.


El hornazo es una especie de empanada rellena con lo mejor de la tierra salmantina, es decir, embutidos. Aunque es un producto que ya se encuentra durante todo el año, lo típico es degustarlo el lunes de aguas, en el campo, en compañía de familiares y amigos.

 
Vamos con la receta:

 
INGREDIENTES:

500 gr. de harina de fuerza

100 gr. de manteca de cerdo a temperatura ambiente

20 gr. de levadura fresca

250 ml. de agua templada

Una cucharadita de sal

100 gr. de lomo adobado de cerdo

100 gr. de panceta adobada de cerdo

100 gr. de chorizo

(los que puedan, huevo cocido)

Un poco de leche para pincelar y que dore la masa
 
 
 
 

Empezamos haciendo la masa de arranque, diluyendo la levadura en 100 ml de agua templada, y a continuación se lo añadimos a 100 gr. de harina. Mezclamos bien.
 
 
 
 
 




Dejamos la masa resultante tapada, en un lugar cálido donde no haya corrientes de aire, y hasta que ésta haya doblado su volumen.








Mezclamos el resto de la harina con la sal y hacemos un  volcán. A éste agregamos la manteca y un poco de agua. Amasamos, a mano o con la panificadora, y cuándo la manteca esté totalmente integrada, añadimos la masa de arranque y poco a poco el resto de agua hasta obtener una masa elástica.
 


 
 
 
 
La dejamos reposar, tapada con un trapo seco hasta que la masa doble su volumen (al menos una hora).
 
 
 

 
 


 

Cuándo la masa haya doblado su volumen la dividimos en dos porciones y estiramos una de ellas con el rodillo poniéndola en la bandeja del horno sobre papel para hornear.
 
  
 
  
Cubrimos con la carne, la panceta y el embutido. Yo aquí pasé primero un poco por la sartén la panceta adobada, para que soltara la grasa, pero esto es a gusto. Lo demás lo puse en crudo porque no me gusta que quede luego la carne muy hecha, pero como digo, esto es a gusto del consumidor!!

 
 
 
 
 Estiramos la otra mitad de la masa, poniéndola encima y sellando ambas masas. Con un poquito de masa sobrante decoramos el hornazo con tiras, alguna forma que nos guste, con iniciales... Dejamos reposar nuevamente hasta que doble nuevamente su volumen (más o menos otra hora).
  
 
 
 

 
 
Precalentamos el horno a 160-170 ºC.

Pintamos con leche por encima (los que puedan, huevo, queda mucho más bonito, jeje) y pinchamos la masa con un tenedor para que no se nos infle el hornazo.



 




Se hornea una media hora o hasta que veamos que está doradito o cuando pinchemos con un pincho y veamos que éste sale limpio de masa.




 


 


No queda doradito por fuera, al no llevar huevo, pero está bueniiisimo!!





 

Espero que os guste!!

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